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¿Qué implica aplazar la aprobación de regulaciones secundarias?

leyes secundarias

El año pasado fue importante en materia de aprobación de reformas constitucionales clave para el funcionamiento del Estado, pero sobre todo para materializar la visión de país que se desea en el mediano y largo plazo. Las iniciativas más importantes que se aprobaron fueron la energética, la de telecomunicaciones, de competencia económica y la político electoral.

A pesar del logro político que implica que una reforma constitucional de gran calado pase, ésta necesita de regulaciones secundarias que den forma y especificidad al articulado de la Carta Magna. En este sentido es de fundamental importancia, en aras de tener certidumbre en la aplicación del espíritu constitucional, que las reformas estén listas y aprobadas lo más próximo posible a la promulgación de aquellas constitucionales.

Desafortunadamente, el Congreso y los partidos políticos han hecho una dilación importante en la discusión y aprobación de éstas, lo que representa un riesgo importante para la gobernabilidad. Tal es el caso de la reforma en materia político electoral, la cual prácticamente estableció un nuevo código de procedimientos electorales, mismos que no han sido aprobados y sin los cuales la reforma constitucional es inoperante. Incluso en uno de los artículos transitorios de esta reforma, se establece que en caso de no aprobarse las reformas secundarias en materia electoral para el 30 de abril de 2014, deberá aplicarse el marco legal anterior; es decir, la legislación vigente, con el gran problema intrínseco que implica que la legislación actual es contradictoria e incompatible con lo recientemente aprobado y ya plasmado en la Constitución. ¿Cómo es posible llevar a cabo un proceso electoral federal (2015) si la Constitución establece una cosa y la ley electoral otra?

Caso similar ocurre con las reformas en telecomunicaciones donde la reforma constitucional plantea que los contenidos que se generen deben ser supervisados por el Instituto Federal de Comunicaciones, órgano autónomo creado para este fin entre otros en materia de regulación y competencia; y en cambio, la reforma secundaria enviada devuelve esta atribución a la Secretaría de Gobernación, es decir, se da un criterio político y no técnica a los contenidos que se generen y se reproduzcan en medios

En este sentido el problema al que se enfrenta nuevamente la institucionalidad del Estado tiene que ver, por un lado, con la incapacidad política para llegar a acuerdos y cumplir los plazos que el mismo Ejecutivo y las cámaras establecieron; por otro lado, con una clase política que no está comprometida con los grandes temas en materia de libertad y competencia económica.

Esta combinación de situaciones, entre la tardía presentación de propuestas y la falta de compromisos en teoría previamente manifestados y comprometidos, están poniendo en una situación de emergencia al país ante la posibilidad real de no tener un marco legal para llevar a cabo algo tan elemental para la democracia como la celebración de elecciones.

Ante estas situaciones parece quedar nuevamente al descubierto un problema que subyace a la generación de propuestas y políticas en el país: la incapacidad de generar los incentivos de colaboración, sean positivos o negativos, para que las fuerzas políticas colaboren y cumplan con la ley que, irónicamente, ellos mismos aprobaron (característica que también fue constante en los sexenios panistas). Como elemento de reflexión adicional, no se puede dejar de mencionar la falta de acción por parte de la ciudadanía para incidir real y organizadamente en un tema que afecta la viabilidad del Estado y, por ende, el bienestar público.

(imagen: //www.dineroenimagen.com)

La corrupción: el problema más importante a resolver

Países más corruptos del mundo 2013

Uno de los más grandes problemas del sistema político mexicano es el relacionado a la corrupción. Aunque existen problemas de mayor impacto directo a la población como la violencia entre los carteles de gobierno y los secuestros, la realidad es que la corrupción en todos los niveles es el problema más importante a resolver.

Para poner este problema en perspectiva, la organización Transparencia Internacional en su Índice de percepción de la Corrupción 2013, ubicó a México en el lugar 106 de 177 países, Uruguay y Chile países de la región por ejemplo, ocupan el lugar 19 y 22 respectivamente.

Este asunto resulta particularmente relevante porque apenas la semana pasada el presidente del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez, fue expuesto en un reportaje hecho por la cadena MVS por contratar edecanes con recursos públicos, cuya principal función era tener relaciones sexuales con él. Más allá de lo deplorable e ilegal de las acciones llama la atención la facilidad y visibilidad con la que un político puede usar a discreción recursos públicos para fines ilegales, ser expuesto en medios masivos de comunicación y que al día de hoy no existan cargos penales en su contra, ni una sociedad que condene enérgicamente y llame a exigir justicia y claridad sobre un tema ligado a recursos fiscales provenientes principalmente de la población económicamente activa.

Llama también la atención que un personaje de reputación dudosa y con importantes escándalos en su trayectoria política que incluyen violencia física contra otros integrantes de su partido y prostitución, haya sido hasta la semana pasada presidente local de la fuerza política más importante a nivel nacional. Nadie puede ascender tan alto en el escalafón jerárquico de dicha institución política si no es con la permisividad y complacencia de otros dirigentes. Más preocupante aún es que si esto ocurrió en plena ciudad de México donde los avances políticos y democráticos son de los más altos del país, ¿cómo será en aquellas entidades federativas donde existen menos contrapesos y trasparencia que en la capital?

Sin duda que es un tema alarmante en cuanto a la salud y transparencia del sistema de partidos y en general del sistema político, que sólo puede ser combatido con un irrestricto compromiso con prácticas abiertas y una legislación clara y aplicable en materia de transparencia y rendición de cuentas; además, por supuesto, de la colaboración y acción de la sociedad civil organizada y medios de comunicación. La corrupción es el campo de cultivo junto con la impunidad para que al día de hoy México esté en crisis social y a merced de grupos criminales que encuentran en este problema las vías para incrustarse dentro del Estado y cumplir sus fines delictivos en detrimento del país y de la sociedad en general.

(imagen: www.beevoz.com)

“Si las mujeres hubiesen escrito libros, seguramente todo habría sido diferente” Cristina de Pizán (1364-1430)

Mujeres

En marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer que, a pesar de las diferentes posiciones que se pueden encontrar con referencia a esta celebración, es siempre un incentivo para retomar las discusiones acerca del papel actual de la mujer.

En México, una mujer destacada en el ámbito político ha sido Griselda Álvarez, poeta, cuentista, autora, maestra y política, quien murió un día como hoy hace 5 años. A lo largo de su vida publicó más de 17 libros, siendo una figura cultural y creativa aún en espacios que han sido encasillados en la historia como masculinos. Más que una feminista, una reivindicadora de la ciudadanía femenina. Además de madre, fue la primera mujer electa gobernadora en México, en el estado de Colima. Entre sus preocupaciones siempre estuvieron la educación pública, incluida la universidad del estado, la reforma a los códigos penal y civil para que los hijos de las reclusas no nacieran dentro de la cárcel, así como políticas públicas destinadas a brindar oportunidades para que las trabajadoras sexuales cambiaran de ocupación.

Al querer indagar más sobre el papel de las “mujeres mexicanas”, comencé una búsqueda en la red. Los primeros resultados, aunque no son sorprendentes, sí abren un espacio de reflexión. De los primeros 20 títulos que aparecen en Google, solamente 4 no tienen relación con categorías como la belleza, la fama o lo “sexy”. ¿Son éstas las únicas características con las que nos identificamos las mujeres latinoamericanas? Los otros 4 resultados estaban directamente relacionados con feminicidios y lucha por la igualdad, entre algunas estadísticas que evidencian el lamentable panorama en México en cuanto a violencia de género.

¿Dónde están esas mujeres que precedieron a Griselda? ¿Por qué en la categoría de “mujeres mexicanas” no sobresalen la talentosa Frida Kahlo, la revolucionaria Florinda Lazos León, la activista por el voto femenino Elvia Carillo Puerto, el pilar de la botánica Helia Bravo Hollis, la destacada astrónoma e investigadora Julieta Fierro, la primera médica cirujana de México Matilde Montoya, la deportista Rosario Iglesias, la directora de orquesta Alondra de la Parra, la defensora de derechos humanos Marta Lamas, la reconocida escritora Elena Poniatowska, e incluso, por qué no encontraba a Sor Juana Inés de la Cruz?

Es cierto que se ha avanzado en cuanto a la reivindicación de los derechos políticos de las mujeres en México impulsando la participación en la política, al punto que se han tenido seis gobernadoras, varias diputadas federales y senadoras; también las mujeres han logrado reformas legislativas que establecen una igualdad en los escaños del congreso federal y algunos estatales. En comparación con las cuotas de género de países de la región como Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay o Perú, donde ésta no pasa del 30% y en países como Chile donde ni siquiera existe, el panorama para México es esperanzador.

Pero estos avances no han sido suficientes. El trabajo que realiza El Observatorio Legislativo sobre el avance de la participación política de las mujeres en la Cámara de Diputados, que se renueva cada tres años, muestra que la presencia femenina crece solamente un 1.13% en cada elección. Además de otros fenómenos que surgen en estos contextos; por ejemplo, la manipulación de listas y escándalos, como el reconocido episodio del 2009 “Las Juanitas” donde 8 diputadas de diferentes partidos pidieron licencia desde la primera sesión de trabajo legislativo, cediendo su curul a los suplentes, todos hombres (entre ellos un hermano y un esposo.)

En cuanto a la violencia de género, entre los logros importantes cabe destacar la “Ley general de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia” (LGAMVLV)del 2007, que a partir del reconocimiento oficial de la violencia contra las mujeres como problema público, abre el espacio para una transformación institucional donde el Estado debe ser garante efectivo de los derechos de las mujeres. También ha sido importante que la constitución señale el destino de recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación para atender la violencia de género que sufre el país.

Sin embargo El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio sigue alertando sobre la “falta de voluntad política” para erradicar la violencia contra la mujer y calcula que “hay aproximadamente 2.299 casos de feminicidios en el país entre el 2012 y el 2013 pero solamente han sido registrados y están siendo investigados 572, es decir, solo el 24%, está siendo investigado como feminicidio y no sólo como homicidio en once entidades federativas”.

María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio afirmó que “Necesitamos investigaciones con visión de género y avanzar, pero la autoridad ni siquiera acepta que haya una alerta de género en ningún sitio y esto propicia que en México sigan aumentando los feminicidios”.

Opinión muy similar es la de María de la Paz López Barajas, consultora especial del Fondo de las Naciones Unidas, en el coloquio “El feminicidio en Ciudad Juárez.” Resaltó que “la impunidad y la violencia contra ese sector inicia con la invisibilidad del problema”, tal cual como está pasando en el contexto de la lucha contra el narcotráfico, la violencia extrema y la inseguridad generalizada, donde las cifras indican que en Chihuahua cada 20 horas es asesinada una mujer.

En otra ocasión, la consultora también hizo alusión a la incompatibilidad de la (LGAMVLV) con algunos códigos penales estatales, donde según su opinión predominan “figuras jurídicas del siglo antepasado”(…)“Por eso hablamos de una violencia estructural y que va mucho más allá de la esencia cultural, ya que tiene que ver con cómo se conforma el aparato de justicia, pues todavía encontramos delitos por razones de honor e incluso casos en los que se exceptúa éste cuando el perpetrador se casa con la víctima”.

Las mujeres en Latinoamérica aun tenemos mucho por reconocer, aceptar y reivindicar. En una sociedad que no educa sino reprime, es necesario llevar a cabo una comprensión activa de lo propio, eliminando el miedo, estereotipos y prejuicios ante los roles sociales, sin necesidad de que esto desemboque en un rechazo a lo masculino. Al hacernos conscientes de la situación podremos enfocarnos en los avances que ha habido hasta ahora y empezar a visibilizar los aportes de cada una frente a los retos de la actualidad. Exigir por parte de las instituciones una sensibilización frente a los temas para generar la voluntad política que hace falta. Mientras tanto existen instrumentos legales e instituciones supranacionales que apoyan a la transparencia, la lucha contra la impunidad y el monitoreo de las situaciones actuales. Las organizaciones civiles juegan un papel importante ya que desde allí se pueden construir narrativas más positivas para darle visibilidad a las historias de mujeres, resaltando nuestra contribución a la sociedad desde el arte, la política, la familia y demás esferas, que servirán para autodefinirnos y lograr una reinvención de los imaginarios colectivos.

 Sitios de interés:

//www.animalpolitico.com/2014/03/6-mujeres-son-asesinadas-al-dia-en-mexico-la-mitad-es-feminicidio/#ixzz2wyQn5iW4

//www.informador.com.mx/mexico/2011/270620/6/lucha-contra-el-narco-opaca-violencia-contra-mujeres-alertan.html

//www.dane.gov.co/revista_ib/html_r4/articulo6_r4.htm

//spanish.peopledaily.com.cn/31617/8466865.html

(imagen: //www.fte-energia.org)

Valery Rojas

Politóloga y Blogger

@Chanteler

 

Recientemente se ha podido observar en los medios de comunicación el camino que las reformas estructurales están siguiendo en nuestro país. México necesita urgentemente algunos cambios profundos que lo vuelvan mucho más competitivo y que lo doten con herramientas globales que le permitan insertarse en una nueva realidad mundial.

En ese sentido, la llegada en diciembre de 2012 del Presidente Enrique Peña Nieto marcó una nueva tendencia reformista para la nación, pues una de las primeras acciones que se llevaron a cabo fue la firma del “Pacto por México”, mismo que ha servido como vehículo de negociación entre las diferentes fuerzas políticas. Como se puede sospechar, siempre que un gobierno comienza, debe aprovechar el periodo de gracia natural que se le ha de conceder en la esfera pública para este tipo de acciones concretas.

El “Pacto por México” ha permitido transitar algunas reformas importantes, como por ejemplo la de telecomunicaciones y la educativa, sin embargo, se acerca en los próximos periodos en que el Congreso habrá de sesionar extraordinaria u ordinariamente la “madre de todas las batallas”: la reforma energética. ¿Por qué razón lo anterior? Precisamente porque este tópico está fuertemente anclado a los atavismos culturales mexicanos que se han formado a luz de muchos años y sobre los cimientos de una cultura política profundamente arraigada en torno a temas tabú, como es la soberanía energética.

Por tal razón, la campaña de negociación para avanzar la reforma energética no nada más tiene que ver con negociar con las fuerzas opositoras su aprobación, sino que tiene que empezar por convencer a los mexicanos que “el petróleo sigue siendo de todos”. No obstante lo anterior, la retórica contraria, como por ejemplo la utilizada por Andrés Manuel López Obrador en el sentido que la reforma es “el robo del siglo” para México, cae en tierra profundamente fértil para la desinformación, la manipulación política y la consecución de réditos de índole política y pública partidista.

El gobierno federal enfrentará una de sus pruebas más complejas y el “Pacto por México” será sometido a gran presión para dar resultados. A pesar de lo anterior, el “pacto” ha sobrevivido ya a una elección intermedia (local) y parece que aún le queda un poco de vida. Probablemente esto se deba a que la oposición política está pulverizada, pero aún a pesar de ello, se debe aprovechar todo lo que este pacto puede aún generar. Quizá no vuelva a existir otra oportunidad de negociar políticamente las cosas como está sucediendo ahora mismo. El Gobierno de la República tendrá nuevos desafíos (como por ejemplo, la inseguridad en México o lidiar con el tema de cooperación en dichos asuntos con Estados Unidos) y va a requerir todo el potencial de que es capaz. Aún mejor si todo esto sucede después de que las reformas se aprueben y México comience a despegar su vuelo en el ámbito económico.

Durante el sexenio del Presidente Felipe Calderón fue evidente que la prioridad del gobierno federal giró en torno a la seguridad, el combate al crimen organizado y la violencia en México. Desde el inicio de la administración calderonista en 2006, desde el “operativo conjunto Michoacán” quedó claro que el entonces presidente habría de enfocar sus esfuerzos en una lucha encarnizada contra la delincuencia que cobraría las vidas (por una u otra razón) de miles de mexicanos.

Muchas cuestiones quedaron irresueltas en esos años; por ejemplo, si el Presidente Calderón lanzó la ofensiva pero no tenía idea de lo que habría de suceder posteriormente, o si bien, fue una estrategia para ganar legitimidad política. Lo cierto es que más allá de toda consideración inicial, los resultados son bien conocidos por todos en la esfera nacional e internacional.

En ese sentido, el Gobierno del Presidente Peña Nieto optó por seguir una estrategia distinta y decidió erradicar del discurso político toda muestra o signo del tema de la seguridad. Dejó de tratarse en todo discurso oficial, y la prensa comenzó a reportar otras cosas. La seguridad dejó de ser el eje de las relaciones bilaterales y de la política exterior mexicana para dar a paso a la cuestión económica, comercial, turística y financiera. Finalmente cada gobierno es libre de ordenar las prioridades en materia de política pública que mejor le parecen convenientes y de seguir la línea de acción más acertada desde su punto de vista y desde sus propios análisis, encuestas o estrategias políticas y de gobierno. No obstante, la realidad siempre acaba por imponerse.

El asesinato del Vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet, comandante de la Zona Naval en Puerto Vallarta y emboscado y ultimado en el estado de Michoacán, representa el primer asesinato de alto nivel en el gobierno de Peña Nieto. Por más que los medios de comunicación o los discursos politicos pretendan eliminar el tema de la delincuencia, la violencia o la inseguridad, la realidad siempre acaba por imponerse y hay noticias que no es posible ocultar o minimizar. Lejos de lo anterior, hacerlo sería un error de cálculo político.

La pregunta fundamental entonces radica en qué acción o rumbo habrá de tomar el Gobierno de la República. No debe callar el hecho y esconder la terrible realidad que sigue imperando para muchos mexicanos actualmente en ciertos estados de la República, pero debe actuar de manera inteligente, sigilosa y ágil, que haga ver que tiene las “riendas” de la situación. De otra manera el costo político resultaría mucho más amplio. Por tal motivo, las decisiones que el gobierno emprenda de ahora en adelante en la materia tendrán que ser profunda y concienzudamente analizadas, y sobretodo, deberán dar al ciudadano la sensación que el gobierno tiene un rumbo.

En los últimos tiempos las redes sociales han revolucionado la manera de comunicarnos e incluso de concebir el mundo. Temas como la protección de datos, la intimidad, la inmediatez de la comunicación, la capacidad de retención de la información, y la participación en temas de ciudadanía han cobrado un nuevo sentido.

Los blogs se han vuelto un medio de información oficial, más que las páginas oficiales del gobierno o de las empresas. En los países desarrollados el uso de las redes sociales ya no es una cuestión de lo que haga cada colaborador durante su tiempo de ocio. El uso y manejo de las redes sociales ha llegado a tal nivel, que a la hora de contratar al personal, ya no se les pregunta si conocen las redes sociales o si usan facebook, si no cuántos followers en Twitter tienen. Pero lo que hay que recordar es que las redes sociales son sólo una herramienta, como muchas otras, y que aunque puede ser muy poderosa no se escapa a los principios básicos de la comunicación humana, ni al hecho de que aunque México es uno de los países con más alto uso de Twitter, el porcentaje de personas que tienen acceso a las redes sociales sigue siendo muy reducido. De ese porcentaje de personas más del 80% las usan para actividades de ocio y recreación, lo cual nos lleva a preguntarnos de nuevo ¿cuál es el verdadero impacto que las redes pueden tener? y ¿cómo benefician las redes a la sociedad civil?

Detrás de las redes hay personas

En realidad el uso y aprovechamiento de las redes sociales tienen que ver más con el objetivo que los usuarios les dan. Durante las pasadas elecciones fuimos testigos de que a pesar de que la brecha digital en México sigue siendo arrolladora, una gran cantidad de ciudadanos se comunicaban a través de ellas con distintos objetivos. Uno de lo que más me llamó la atención fue el que ciudadanos de todas partes de la República Mexicana posteaban fotos de los resultados de las casillas para compararlas con los resultados del PREP. Ese hecho muestra el gran potencial de lo que la tecnología de hoy, la creatividad, y la participación ciudadana nos puede traer para el futuro. Pues las redes sociales, empleadas de manera estratégica pueden tener un impacto altísimo si se les da la proporción que tienen, pues facilitan la interconexión de ciudadanos con un mismo interés sin importar el lugar en el que se encuentren, para lograr un objetivo común. Esto es un gran paso para la construcción de ciudadanía porque facilita la interconexión y el acceso a la información de manera inmediata. Y es también la ventana para hacerse serias preguntas acerca de la legislación digital y los métodos de democratización de la información que se podrían llegar a dar en nuestro país. ¡Es la digitalización de la gobernabilidad!

Pero volviendo al perfil de uso, para lograr que ésa comunicación pase de un nivel inmediato y efímero, primero es necesario desarrollar la capacidad de construir relaciones reales con las causas, más allá de las redes, pues una cosa alimenta a la otra y viceversa. Segundo, también es necesario que al integrar los dispositivos móviles y las redes sociales al aprendizaje, conlleva la responsabilidad de educar a la población en las consecuencias del uso de la información, los términos de la privacidad, el respeto y el desarrollar una capacidad de análisis para filtrar la información. Y tercero, desarrollar estrategias para que la comunicación en las redes sociales realmente contribuya a alcanzar objetivos concretos. En el caso de las OSCs y los proyectos de construcción ciudadana, tomar en cuenta a la brecha digital. Por lo tanto, es absolutamente necesario también utilizar canales complementarios de comunicación más allá de las redes sociales y los medios masivos de comunicación. El contacto humano, presencial, en un país como el nuestro que tiene grados muy altos de exclusión social, es fundamental e insustituíble.

Por Julia Romero

@sashantia1

Después de interminables pláticas acerca del cabildeo y todos sus beneficios con las personas que compartimos nuestros sentires y pensares en este blog, decidimos abrir un espacio a la idea de que el cabildeo se encuentre en manos de los ciudadanos, de ahí el nombre del blog. Aunque ésta idea suena muy simple, en la realidad ciudadana de nuestro país no se refleja así. Y es que el cabildeo es la perfecta oportunidad para tomar acción, porque implica mucho conocimiento de la realidad política de un país, el saber tomar las oportunidades que presentan los cambios de gobierno, así como la disciplina de conocer cada documento que se emite junto con cada promesa de gobierno, entre otras cosas. El cabildeo también puede ser un arte, o por lo menos se podría considerar como el el arte de la comunicación política y los intereses privados. Pero he ahí la cuestión, el cabildeo, por lo menos en México, sigue siendo una actividad llevada a cabo por un grupo minoritario de personas, por lo tanto es un área enorme para explorar, y llena de oportunidades con un potencial enorme para la incidencia ciudadana. Y de ahí nació la idea de este blog. Para abrir discusiones acerca del cabildeo y llevarlas a la sociedad civil.

Los colaboradores de éste blog, estamos convencidos de que el cabildeo es una actividad que tiene que comenzar a estar en manos de la sociedad civil, y que eso implica ciudadanos comprometidos permanentemente, dispuestos a proponer y actuar en beneficio de la comunidad y comunidades que forman a un país.

Con esto dicho, damos la bienvenida a todos aquellos que visiten nuestro blog, en busca de respuestas acerca del cabildeo, o mejor aún, con más preguntas, que serán una fuente de inspiración para nosotros, para seguir explorando la relación entre cabildeo y ciudadanía participativa.

¡Bienvenidos!