Precisión y eficacia contra el crimen: Gobierno Federal

Peña Nieto-Gordillo

El Gobierno Federal, al mando del Presidente Enrique Peña Nieto ha demostrado a lo largo de estos meses que puede asestar golpes estratégicos en contra de los criminales – líderes de los grupos de la delincuencia organizada – y poner tras las rejas a personajes inefables de la esfera pública: Elba Esther Gordillo o Andrés Granier. En ese sentido, el Gobierno ha sabido leer bien la situación política de la procuración de justicia y el desorden que dejó la administración del Presidente Felipe Calderón.

Simplemente en esta materia, la entonces Procuradora Marisela Morales se dedicó a encarcelar y arraigar a cuanto personaje fue acusado por testigos protegidos que, a la postre, resultaron testimonios falsos, y dejó en libertad a los personajes que realmente y a todas luces, ameritaban ser detenidos. En ese sentido, la nueva administración supo dirigir sus esfuerzos en contra de quienes representaban peligro real, o fueron símbolo de la corrupción pública rampante.

Adicionalmente, la última noticia – el abatimiento de Nazario Moreno “El Chayo” (líder de los Caballeros Templarios) – pone en total entredicho el anuncio hecho en el año 2010 por el entonces vocero del Presidente Calderón, Alejandro Poiré, en el cual se detalló cómo la Policía Federal mató al supuesto “Chayo” y cómo sus correligionarios huyeron con el cadáver. Lo anterior entonces, suena a un cuento fantástico inventado por el entonces Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien gustaba de los videomontajes al estilo Florence Cassez. El golpe es duro también contra la procuración y administración de justicia en los sexenios panistas, pues en el primero se escapó el “Chapo” y en el segundo se abaten capos que luego resultan no ser quienes dicen (al menos, así se leen las cosas desde una óptica fría y objetiva, a la luz de los hechos).

El Gobierno del Presidente Peña ha sabido revertir la imagen creada con la liberación de Rafael Caro Quintero y ha demostrado que la justicia puede ser eficaz y expedita, y que a través de golpes estratégicos se consigue crear e imprimir esta imagen en la opinión pública. Por supuesto, como todo, el reto será que la realidad vaya de la mano con esta percepción, y que el Gobierno pueda sostener dicha narrativa basada en acciones concretas lo que resta del sexenio.

(imagen: www.latam.com)