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Cabildeo ciudadano: capacidad para transformar nuestra realidad

En las últimas semanas hemos comentado y discutido sobre la incertidumbre que existe en cuanto a la aprobación de las leyes secundarias; tema que merece seguimiento y exige la participación de los ciudadanos para que realmente se lleven a cabo los procesos democráticos. En este sentido, queremos enfocarnos en la imprescindible labor del monitoreo, herramienta fundamental para el cabildeo ciudadano; por ejemplo, en materia de telecomunicaciones, en el que la reforma enviada por el Presidente está sufriendo modificaciones importantes por parte de los legisladores. El gran descontento expresado en redes sociales que cuestiona el apego de tales reformas a la constitución ha despertado acciones físicas, como la cadena humana que se llevó a cabo el pasado sábado. También destacan interacciones online donde se afirma que tales reformas representan una violación a la privacidad de los usuarios y bloqueos e inhibiciones a los sistemas de telecomunicaciones en actos públicos. Además de ser un paso hacia atrás en la democratización del conocimiento que nos ha brindado la red, ya que los proveedores estarían autorizados a dar preferencia de banda a distintos sitios web según los acuerdos previos que se establezcan con las diferentes empresas, dejando fuera a terceros que no tengan la capacidad de pago para obtener “privilegios”, en un servicio que es considerado Derecho Humano por garantizar la libertad de expresión, el derecho a la información y el ejercicio ciudadano.

Es evidente que, a pesar de convocar casi a 3000 personas en la manifestación del sábado, es muchísimo más el movimiento que se ve en las redes sociales. El clicktivismo nos ha invadido. Wikipedia lo define como “la idea débil del activismo en internet basado simplemente en hacer likes y firmar peticiones”. Por otro lado, ¿se logró el objetivo de la acción? El resultado fue el aplazamiento de la discusión para el mes de junio, pero tal como lo menciona la politóloga Denise Dresser: “se espera que la atención ciudadana no esté centrada en este proceso legislativo” ya que justo en esta fecha se celebra el Mundial de Fútbol.

monitoreo legislativo

(imagen: //www.cgmps.mx)

 ¿Cuáles son los siguientes pasos?

Para no caer en el clicktivismo y el olvido es necesario dar seguimiento a la toma de decisiones, sin importar las cortinas de humo que se puedan presentar. Eso representa un gran reto, pero al mismo tiempo la oportunidad para muchos de reunir fuerzas y realmente participar de un proceso democrático sin esperar a que “alguien más” les de acceso. Nosotros los ciudadanos somos los que tenemos que cabildear por nuestros derechos humanos. En México, existen ejemplos de ciudadanos y organizaciones que a través del monitoreo han logrado participar y lograr cambios importantes en la toma de decisiones de gobierno.

Tal es el caso de “Monitoreo legislativo Sonorense”, una iniciativa de la organización Sonora Ciudadana, que luego de 3 años de trabajo estableció estándares para evaluar a los legisladores y para promover espacios ciudadanos reconocidos por la ley, como el Comité Ciudadano de Evaluación del desempeño legislativo y establecimiento de una agenda legislativa común para interactuar y monitorear a los diputados. Optimizando el uso del internet, los resultados del seguimiento al desempeño de los legisladores fueron compartidos periódicamente, ofreciendo información básica a la ciudadanía y también través de otros medios como la radio, donde se trasmitían en vivo las conferencias de prensa desde el Congreso en los momentos coyunturales en que era necesaria la atención de la opinión pública. Pueden conocer más información de esta experiencia aquí.

Así como los medios, los gobiernos y las empresas tienen una agenda, ya sea pública o privada, de los temas a los que les dan prioridad, es necesario que los ciudadanos, individual y colectivamente, desarrollen una metodología para dar seguimiento a los temas de su interés y llevar a cabo acciones concretas de incidencia, para ejercer presión y co-gobernar. Con este objetivo, es crucial que los ciudadanos conozcan sus derechos, los procesos y tiempos de diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas públicas y cómo influir en ellos. Esto irá formando a profesionales en todas las áreas, conscientes del rol que juegan en la sociedad, y que, desde su parte, tienen la capacidad de modificar el todo. Asimismo, creará en las siguientes generaciones sujetos cada vez más críticos. Sólo así podremos construir ciudadanía y pasar de una democracia representativa a una participativa. De lo contrario, seguiremos sin avanzar en la elaboración de consensos que nos lleven a un “lugar común” donde los ciudadanos valoren sus instituciones, compartan los principios de la comunidad política, respeten las discrepancias, tengan una visión común del interés público, superen las diferencias mediante acuerdos, y “contribuyan al logro de los objetivos colectivos”[1].

Nosotros tenemos la capacidad de transformar la realidad. Compartir la información, fortalecer a los ciudadanos, generar capacidades, participar continuamente de los procesos, dar seguimiento a nuestros intereses en común: todo eso forma parte del cabildeo ciudadano.

 

Fuentes:

[1]HURTADO, Manuel. Cultura y democracia: una relación olvidada. En: La democracia en América Latina. Buenos Aires: PNUD, 2004. Pág. 289.

Más información:

//www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n55/mcasas.html

 

Valery Rojas,                          Julia Romero,

Politóloga y Blogger              Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural

@chanteler                            @Sashantia1

Pasar de la protesta a la propuesta

niña Jobs

En una entrada anterior titulada “La RSE y el Cabildeo” anotábamos que: “El cabildeo bajo cualquier definición, se describe como un conjunto de acciones que tienen como objetivo cambiar la política, llamar la atención sobre un tema o dirigir órganos decisorios hacia una solución”.

La mayoría de las veces asociamos estos conceptos a procesos que se generan al interior de las empresas o de las OSCs, pero los ciudadanos también podemos incidir en las políticas públicas a través de nuestras acciones cotidianas. Basta con estar conscientes de que el cabildeo es una herramienta para el proceso de cambio continuo hacia una sociedad más igualitaria, justa, democrática, respetuosa de la naturaleza y sostenible, que es a lo que todos y todas aspiramos llegar; además de que nos permite poner en práctica el ejercicio de pasar de la queja y la denuncia a las soluciones propositivas.

¿Recuerdan el caso de la estudiante Paloma Noyola de la escuela José Urbina López en Matamoros? Paloma es mejor conocida como “La niña Jobs” por haber obtenido el puntaje más alto de México en matemáticas en las pruebas ENLACE 2012-2013. En un entorno precario, donde el acceso a los servicios públicos es limitado, sin electricidad constante, acceso a internet restringido, en plena frontera con Estados Unidos y punto álgido en la guerra contra las drogas, el maestro Iván Juárez Correa empezó a replantearse el modelo tradicional de enseñanza, que, en palabras de Foucault, podría definirse como un lugar donde “se tiene el control a través de la vigilancia y el castigo”.

Entre el 2010 y 2011 comenzó su búsqueda hacia algo innovador, experimentando e implementando nuevas estrategias.“ Me di cuenta que había que hacer algo diferente porque para este tipo de planes y programas (los tradicionales) se necesita un niño que no hable, que no platique, que nada más esté sentado en su banco, como si fuera un soldado. Estaba consciente de que hacía falta un cambio, había que sacar a los niños de las aulas y llevarlos a su ambiente natural, que es jugar”, cuenta el maestro. Partiendo de un auto reconocimiento de las necesidades propias del contexto, encontró en modelos de educación como el finlandés y el japonés la inspiración para aplicar las asignaturas establecidas a las situaciones de la vida cotidiana.

Así logró que Paloma y otros nueve niños de su escuela obtuvieran altas calificaciones en la prueba ENLACE. Gracias a estos resultados consiguió llamar la atención de muchos mexicanos que desconocen estas realidades, y la atención de autoridades responsables que se han desentendido del tema educativo en regiones apartadas. Se concedieron becas completas de estudio y un subsidio para la compra de uniformes, útiles, pago mensual de alimentación y transporte.

La participación ciudadana es la que puede continuar la labor con el monitoreo de este tipo de iniciativas. Si nuestro objetivo es crear una sociedad donde los valores fundamentales sean el respeto a la vida en todas sus formas, una sociedad más equilibrada, con seres humanos sensibles a los problemas sociales y conscientes de su poder de decisión y acción para generar el cambio, podemos comenzar a hacerlo desde los hogares. 

Cabe resaltar otro ejemplo, el de Natalia López, la niña indígena de origen Náhuatl, que vive en el municipio de Escobedo en Monterrey y que dejó a más de uno con la boca abierta con el discurso que dio frente a la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León. Además de estar orgullosa de sus raíces, resalta la importancia del respeto por la multiculturalidad y cómo a pesar de ser discriminada en algunas ocasiones, gracias a la formación que ha tenido desde su hogar, tiene muy claro que lo que debe primar en la sociedad es el respeto a las diferencias, está segura de sí misma y de sus raíces y consciente de que la mezcla de culturas del país hacen de México un país único. Si cada uno de nosotros empezáramos a valorar las riquezas de esas raíces, a preocuparnos por los demás, a no prestar tanta atención a lo material, que como dice Natalia, “nos ha llevado a olvidar lo importante que es el amor y los valores desde la familia”, lograríamos un cambio real.

Precisamente este mes de los niños y las niñas, podríamos estar más atentos a cuáles son las necesidades de los más pequeños, no sólo de nuestros hijas e hijos, sino de todos los mexicanos que se están formando para un futuro mejor. Hagámonos responsables para que la realidad de la que tanto nos quejamos cambie. La niñez mexicana ya está generando un cambio y nos está demandando una sociedad sustentada en valores que respeten derechos fundamentales. Estamos hablando de las generaciones que nos gobernarán en el futuro. Es fundamental preparar el camino desde hoy.

Los invitamos a compartir historias como ésta, de las que seguramente hay muchísimas más. Éstas son las que nos dan fuerza para reconocer que el cambio sí es posible.

Más información:

//www.eluniversal.com.mx/estados/2013/paloma-noyola-steve-jobs-966917.html

//www.noticiasatiempo.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=8287:la-verdadera-historia-de-natalia-lizeth-la-nina-indigena-que-cautivo-a-mexico-en-las-redes-sociales

//www.cird.org.py/institucional/documentos/manual_incidencia.pdf

(imagen: www.laverdadnoticias.com)

Valery Rojas,

Politóloga y Blogger

@chanteler

Cabildeo ciudadano socialmente responsable

RSE

Las primeras prácticas de cabildeo en México se dieron durante el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988) para incidir en la agenda bilateral y mejorar la imagen de México ante la Presidencia y el Congreso E.U.A. Pero fue en 1997 cuando el cabildeo emergió con fuerza en el país debido a que ningún partido político obtuvo la mayoría en el Congreso de la Unión, provocando que los distintos sectores (empresarial, sociedad civil y gubernamental) se vieran forzados a negociar. Esto generó una gran oportunidad de participación a grupos que normalmente quedaban fuera de la toma de decisiones a través de los canales tradicionales de negociación. Así es como nació oficialmente la práctica del cabildeo o incidencia en políticas públicas como forma de negociación y conciliación entre distintos grupos sociales para ejercer presión y poner temas en la agenda pública.

Aunque actualmente el cabildeo es una práctica común ejercida por y entre distintos grupos y sectores, en México se hace una distinción entre el cabildeo y la incidencia en política pública, donde normalmente el cabildeo es referido como una actividad realizada por empresas, y la incidencia como una actividad realizada por grupos ciudadanos.

Cabildeo e Incidencia: ¿empresa o sociedad civil?

El cabildeo bajo cualquier definición, se describe como un conjunto de acciones que tienen como objetivo “cambiar la política, llamar la atención sobre un tema o dirigir órganos decisorios hacia una solución” (Consejo Internacional para Rehabilitación de Víctimas de Tortura (IRCT) 2007, p. 1) De acuerdo al Manual de Incidencia en Política Pública de la organización Alternativas y Capacidades A.C., la incidencia en política pública “consiste en actividades confrontativas y cooperativas que implican interactuar con el gobierno y otras instituciones públicas”. Éstas definiciones muestran cómo dos sectores, ya sean las organizaciones o las empresas, buscan ejercer presión y establecer relaciones de colaboración con el gobierno para incidir en las políticas públicas, pero ambas dejan fuera las relaciones que existen también entre las propias organizaciones y empresas, dejándolas exclusivamente en el campo de la filantropía o la inversión social. El Manual de Incidencia menciona, entre otras razones para incidir, maximizar el impacto del trabajo de las OSCs y grupos ciudadanos, construir ciudadanía y gobiernos responsables, y ayudar a transparentar a las instituciones públicas; tareas que no solo corresponden a las organizaciones, si no a la ciudadanía en general. Eso quiere decir que el cabildeo y la incidencia son herramientas de participación social. Ya que éstas son usadas también por las empresas, debe reconocerse la necesidad imperativa de un cabildeo con responsabilidad social.

¿Cómo se beneficiaría la ciudadanía de un cabildeo con RSE?

Menciono la labor de las OSCs en México, ya que para generar un ambiente de transparencia y legalidad en las actividades del cabildeo es fundamental contemplar y dar visibilidad a las distintas interacciones que existen entre el sector empresarial y la sociedad civil, sin reducirlo exclusivamente a la relación donante-donataria. Una relación saludable entre OSCs y sector empresarial contribuye a construir y transparentar las relaciones entre gobierno-empresas-ciudadanía, y fomenta la participación social, donde todos los sectores se asumen como co-partícipes del cambio.

“La responsabilidad social y sus actividades tienen que ser voluntarias e ir más allá de las obligaciones legales, pero en armonía con la ley. En conclusión, la responsabilidad social exige el respeto de los valores universalmente reconocidos y del marco legal existente.” Escribió Juan Felipe Cajiga Calderón en El Concepto de Responsabilidad Social publicado por el Centro Mexicano de la Filantropía. (Cemefi, p. 7)

Esta definición de Responsabilidad Social asume que las empresas forman parte de un ecosistema social y que todas sus acciones tendrán un impacto positivo o negativo. Por lo tanto, para ser una empresa socialmente responsable se requiere que la misión, directrices y acciones estén orientadas al bien común, contemplando el cuidado del medio ambiente, el respeto a los derechos humanos y laborales y su aporte al desarrollo local y regional, como pilares fundamentales de su razón de ser y de su actuar. Es por eso que la responsabilidad social es hoy en día un proceso y no un hecho tácito. Debe verse como un proceso continuo de mejora en el cual las empresas van adquiriendo grados de responsabilidad, y van asumiendo un rol activo en el conjunto de interacciones que existen entre ella y sus audiencias. (Juan Felipe Cajiga Calderón, p. 4)

Corresponde a las empresas ir más allá del marco legal existente y asumir que son ellas las que también contribuyen a que dicho marco legal sea armónico con los derechos humanos universales. En este sentido, cuando las empresas socialmente responsables se involucran en las políticas que impactan su quéhacer, contribuyen enormemente a formar un entorno legal mucho más apropiado para llevar a cabo los valores en los que están fundamentadas.

Bajo nuestra definición, un cabildeo ciudadano socialmente responsable, es aquél que contempla fomentar la transparencia en las relaciones entre instituciones, tanto de gobierno como de las empresas, incluyendo a las OSCs como un aliado fundamental para el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas en beneficio de la ciudadanía, maximizando su impacto y minimizando las consecuencias negativas.

Bibliografía:

Bayer Centro América y Caribe AG: Ejes de la Responsabilidad Social Empresarial. Available online at //www.bayer-ca.com/ejes-rse/.

Consejo Internacional para Rehabilitación de Víctimas de Tortura (IRCT) (2007): Guía para el Cabildeo. El Proyecto del Financiamiento Sostenible.

Expok News: Las 10 empresas más innovadoras dedicadas al bien social. Available online at //www.expoknews.com/las-10-empresas-mas-innovadoras-dedicadas-al-bien-social/.

Juan Felipe Cajiga Calderón: El concepto de Responsabilidad Social Empresarial. Cemefi. Available online at //www.cemefi.org/esr/images/stories/pdf/esr/concepto_esr.pdf.

Mónica Tapia, Beatriz Campillo Carrete, Susana Cruickshank Soria, Giovanna Morales Sotomayor (2010): Manual de Incidencia en Políticas Públicas. Available online at //www.alternativasycapacidades.org/manualincidencia.

Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) (2002): Manual básico para la incidencia política. Edited by Programa Centroamericano de Capacitación en Incidencia. 

//www.plataformademocratica.org/Publicacoes/17130_Cached.pdf

 

(imagen: de10.com.mx)

 

Julia Romero

Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural

@Sashantia1