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sociedad civil

Nadie puede quedar impune: ni las empresas, ni los gobernantes, ni los ciudadanos.

Filantropía CorporativaRetomando el tema de la Filantropía Corporativa quiero hablar de los contrapesos que existen para los proyectos sociales haciendo referencia a un artículo que se publicó en Santacruz International Communications titulado De la Filantropía Corporativa a la Empresa Social, que describe la evolución de las actividades sociales en las empresas, así como la fusión de estructuras de organizaciones civiles con las del sector privado para formar el denominado cuarto sector o empresas sociales. Este documento se puede consultar aquí

Ante un panorama tan difícil y nublado como por el que está pasando México hoy me parece importante recalcar las diferencias entre las diversas formas que existen de participar socialmente desde distintos ángulos, con conocimiento de los contrapesos que hay dentro del desarrollo social, y de cuáles perspectivas aporta cada actor. Es preciso clarificar cuáles son las dinámicas de cambio y desarrollo social y el rol que juega cada uno de sus actores, lo cual considero de ayuda ante el descontento general que existe frente a la relación entre las empresas y sus intereses económicos dentro del marco del desarrollo social (como lo es, por ejemplo, el caso del Teletón).

Actualmente la relación entre empresas y organizaciones se percibe en México casi exclusivamente en el marco de donante-donataria. Esto ha sido un gran reto para el sector de las OSCs pues, en general, el perfil conservador de la mayoría de los donantes se inclina mayoritariamente a apoyar proyectos asistenciales y no de incidencia social, pues los primeros son más fáciles de comercializar. Siempre es más fácil hacer una campaña donde la empresa muestre cómo se repartieron cobijas a niños con frío y sin hogar. Sin embargo, tratar directamente las causas y transformar las políticas que hacen que esos niños no tengan un hogar tiene mucho mayor impacto social (Santacruz International Communications).

Dicha relación no es negativa per se. Al contrario, mucho se pueden beneficiar ambos sectores de la experiencia de cada uno, pues los dos tienen la capacidad de permanecer en el tiempo más allá de la alternancia de gobiernos. Muchas veces es incluso por esa razón por la que las iniciativas de proyectos sociales permanecen, gracias al contrapeso económico que una empresa puede aportar para la continuidad del mismo, en colaboración con organizaciones civiles focalizadas en grupos vulnerables.

El Teletón es un caso, como muchos otros, dónde la relación se desvió de su propósito; el barco se desvió de su curso, y para solucionarlo no es necesario quemarlo, si no detectar por qué, cuándo y cómo sucedió dicha desviación para poder redireccionarlo. Hoy el Teletón es el caso más visible pero eso mismo puede suceder con cualquier otro proyecto. Si nos vamos a las causas y no a los síntomas podremos incidir en aquello que hace que dichos proyectos desvíen su propósito, se utilicen de pantalla para evadir impuestos, o que se dé prioridad a proyectos no por su impacto social, si no por su relación comercial con el gobierno (en el caso del Teletón por ser un proyecto meramente asistencialista y no de incidencia). Para esto se requiere de un cambio también en las mentes de quienes apoyan estos proyectos y, entre ellos, los ciudadanos. Hay que formarnos como ciudadanos y generar la capacidad de apoyar la incidencia en políticas públicas.

Planear a largo plazo. Salir del cortoplacismo que tiene al país siempre “resolviendo” crisis en el momento sin capacidad de prever, sólo de reaccionar. En ese sentido, la sociedad civil puede y debe fungir como un contrapeso social ante los intereses meramente económicos monitoreando, regulando y evaluando constantemente dichas iniciativas. Cada actor es importante. En una entrada anterior mencionamos cómo dar seguimiento a las iniciativas a través de una herramienta fundamental que es el monitoreo. Dar seguimiento a las iniciativas con objetivos claros, y una vez cumplidos esos objetivos, avanzar hacia los siguientes objetivos del mismo tema.

En las democracias más avanzadas la sociedad civil funge como un contrapeso a los intereses económicos; esto no sólo es responsabilidad del gobierno, aunque a éste le corresponde regular gran parte de dichas actividades. Para ello se requiere que la población esté bien informada de cómo funciona su sociedad, esté consciente de sus derechos, esté en capacidad de reclamarlos, conozca los procesos y procedimientos para llevarlos a cabo, y que se aplique la ley. Pero no sólo por los ministerios de justicia, si no por los mismos ciudadanos. Y nadie puede quedar impune: ni las empresas, ni los gobernantes, ni los ciudadanos.

Fuente:

De la Filantropía Corporativa a la Empresa Social, Santacruz International Communications //santacruz-ic.com/es/issue/ow12/

[Imagen: //www.actualidadendesa.com]

Julia Romero,

Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural

@Sashantia1

Fundaciones Comunitarias: vínculo entre empresas y sociedad para la construcción de ciudadanía

FECHAC(imagen: //i.oem.com.mx)

En nuestra entrada sobre la #CumbreCiudadana mencionamos la importancia que tiene para los procesos participación social, que las empresas se vuelvan más sociales y las OSC´s sean más sostenibles.

Hay ocasiones en que, con afán de categorizar y diferenciar los conceptos que atañen a la sociedad, olvidamos que, a pesar de que cada uno de nosotros cumple un rol diferente dentro de ésta, somos parte del todo que la conforma. Tendemos a ser agentes disociadores en lugar de integrarnos y trabajar colectivamente.

Es por esto que, al momento de plantearnos un proyecto de construcción de nación, es indispensable que pensemos en espacios comunes que nos permitan establecer las acciones que cada actor va a llevar a cabo, para que finalmente el interés general, es decir el bienestar de la sociedad, predomine sobre los intereses particulares (que lamentablemente en la mayoría de los casos, direcciona las decisiones políticas.)

Una de las razones por las cuales dejamos que esto suceda es que nos falta ¨pensar en el lugar del otro¨. Esta premisa forma parte de la definición de racionalidad de Kant, donde establece la importancia de reconocer que tal vez el otro puede tener la razón ¿Qué hacemos para ponernos en el lugar del otro?

El primer paso para ponernos en el lugar del otro es escucharlo. En el momento en que se abren espacios de diálogo entre las partes, en este caso OSC´s y empresas, cada una puede conocer un poco más del funcionamiento de la otra y de las necesidades reales que cada una de ellas representa. En la mayoría de los casos, estos espacios se dan sólo en la coyuntura electoral. Sin embargo, así como la participación ciudadana no se reduce simplemente a un voto, el trabajo de Responsabilidad Social e incidencia en políticas públicas tampoco tiene que estar netamente ligado a los procesos electorales, o limitarse a una relación donante-donatario.

En este punto entran en escena las Fundaciones Comunitarias (FC´s), que como ya hemos mencionado en nuestras entradas, son organizaciones que vinculan a los sectores público, privado y sociedad civil, es decir, empresas, gobiernos locales y federales, ciudadanos, y academia para resolver las problemáticas de la región. Una nueva forma de organización que está generando un impacto positivo para el empoderamiento de la comunidad.

Este tipo de fundaciones ha logrado que se comiencen a separar las funciones de mercadotecnia de la función social de las empresas. En los últimos tiempos, la RSE ha tendido a convertirse en una moda que no busca una incidencia real, sino que ha sido una estrategia socorrida por algunos empresarios para lograr su competitividad y la diferenciación de sus productos. Con las iniciativas de las FC´s se ha logrado que las empresas construyan ciudadanía; y más allá de sólo crear empleos y generar riqueza, también busquen multiplicar actitudes, hábitos y realidades que conduzcan a la mejora de la sociedad.

La Fundación del Empresariado Chihuahuense FECHAC es un ejemplo de FC’s en México. FECHAC se ha dedicado a impulsar la RSE en las empresas del estado de Chihuahua. Más de 32.000 empresarios utilizan esta fundación para que su apoyo a la comunidad sea efectivo. FECHAC atiende las necesidades críticas de la comunidad en materia de educación básica, salud preventiva y formación de capital social; promueve un trabajo colaborativo entre empresarios, gobierno y sociedad civil a través de más de 3.300 proyectos.

Éste es sólo uno de múltiples ejemplos de los avances que se están realizando en México en cuanto al cambio de paradigma de la RSE. FECHAC amplía el concepto de empresa responsable y la define como una que cumple, como mínimo, con la normatividad y sus obligaciones legales, considera a sus empleados como el capital más valioso, está conformada por personas socialmente responsables, está sensibilizada con la problemática social de su comunidad, conserva el medio ambiente y compite con lealtad.

¿Qué otros Fundaciones Comunitarias conocen? Los invitamos a participar para que juntos nos informemos de cada uno de los esfuerzos que se están realizando por la construcción de una sociedad mejor organizada.

Valery Rojas,

Politóloga y Blogger

@chanteler

Infórmate, monitorea, involúcrate y actúa

monitoreo-ciudadanoEn las últimas entradas hemos estado hablando de la importancia y de la responsabilidad que tenemos como ciudadanos para incidir en las decisiones políticas. Ya hemos mencionado que informarnos responsablemente es un principio para el cambio.

Volviendo al tema de la ley de Telecomunicaciones, la coyuntura nos muestra que nos encontramos en un momento decisivo donde la sociedad civil debe dar seguimiento a las discusiones y monitorear el proceso de las reformas secundarias, a pesar de las cortinas de humo que se pretenden utilizar.

Para aclarar un poco más el panorama, Gonzalo Olivares Velázquez, Director General de Psiquepol nos comparte su punto de vista:

En la discusión de la ley secundaria en materia de Telecomunicaciones, se está reflejando algo que normalmente es más sutil o a veces prácticamente irreconocible: la poderosa confrontación de los intereses que hay en juego.

El fundamento de dispersar el poder, sobre el cual se basa nuestra República, tiene que ver con la imposibilidad de que una sola tendencia domine una discusión y que, a partir del convencimiento y la vigilancia mutua, se lleguen a las mejores decisiones con base en el interés nacional. ¿Pero qué pasa cuando existe un tema, como las telecomunicaciones, donde existe un claro conflicto entre lo público y lo privado, y aún en lo privado intereses tan confrontados que afectan lo público?

Mony de Swaan, ex presidente de la Comisión Federal de Competencia (Cofetel), mencionó recientemente en una mesa de discusión de la Reforma de Telecomunicaciones en la Ibero lo siguiente: La iniciativa “ha generado una incertidumbre monstruosa en los mercados internacionales pues no se sabe si México decidió abrir sus fronteras a la competencia o si seguimos siendo amigos de la concentración” en el sector.

En el mismo foro, Irene Levy, académica del departamento de Derecho de la Ibero, señaló que: “la definición de productor nacional independiente de contenidos audiovisuales incluida en la Ley Federal de Telecomunicaciones favorece principalmente a Televisa, que podría asumirse como tal.”

Lo más interesante del tema, sin embargo, es que las empresas no están cabildeando directamente sus intereses, ni siquiera a través de despachos de cabildeo. Son los propios actores políticos, sus grupos políticos, los que tienen claro hacia dónde van y a quién representan. En Estados Unidos se dice que son los super bonos – de acuerdo al libro “Republic, Lost: How Money Corrupts Congress and a Plan to Stop It” de Lawrence Lessing, los que van determinando el “intercambio de favores” hacia los intereses privados; pero en México no existe esa figura, no hay reelección legislativa, ni financiamiento de parte de los despachos de cabildeo hacia las campañas. 

Pero tampoco hay discusión de fondo en los temas más álgidos, como el de Telecomunicaciones. Los legisladores no leen las iniciativas, no tienen tiempo ni elementos para analizarlas, no le entran a los asuntos con la profundidad que se requiere; simplemente votan conforme a lo que se acuerda en las reuniones internas previas de los partidos antes de las Sesiones del Congreso, en donde se expone y discute la postura final del partido. Por eso es evidente que el cabildeo de estas empresas, las más grandes e influyentes del país (y no sólo Televisa), se hace directamente a través de los grupos políticos, de los partidos políticos, de los tomadores de decisión política. 

A pesar de que los intereses privados sean los que quieren prevalecer sobre el beneficio de la ciudadanía, aún tenemos herramientas para hacernos sentir, para hacer valer nuestros derechos, y entre todos y todas llevar a cabo el proyecto de nación que queremos y que nos merecemos.

Entendiendo el monitoreo ciudadano como “una forma de participación ciudadana que consiste en la realización de ejercicios sistemáticos, independientes y planificados para observar, dar seguimiento y proponer mejoras sobre aspectos, como la manera en que los servidores públicos toman decisiones y utilizan los recursos públicos; cómo se generan y cuáles son los resultados de la gestión pública, su apego al marco legal y el cumplimiento de metas y planes estratégicos”[i]desde #CabildeoCiudadano les queremos compartir información sobre las discusiones de la Ley de Telecomunicaciones, como también las cuentas de Twitter de algunos servidores públicos que están relacionados con este tema.

La idea es que tomemos acciones, nos informemos, preguntemos, estemos atentos a las discusiones. Es hora de utilizar las redes sociales para hacer cabildeo, #DaleSeguimiento a los temas de la #LeyTelecom, porque es TU país y TU futuro los que están en juego. Ejerzamos nuestro derecho de acceso a la información, involucrémonos en el seguimiento de las decisiones de nuestros representantes y hagamos un monitoreo en donde la rendición de cuentas sea el pilar fundamental de los legisladores.

Iniciativa de leyes secundarias en materia de telecomunicaciones

//comunicacion.senado.gob.mx/index.php/telecom

Diputados que integran la comisión de Radio y Televisión

//sitl.diputados.gob.mx/LXII_leg/integrantes_de_comisionlxii.php?comt=47

Purificación Carpinteyro @PuriCarpinteyro

Adolfo Bonilla @FitoBonilla

Martha Gutiérrez @MarthaGtz

Simón Valanci @DipSimonValanci

Patricia Lugo @Patricia_LugoB

Beatriz Zavala @BeatrizZavala

Roxana Luna @RoxanaLunaP

Ana Lilia Garza @algcadena

Luisa Alcalde @LuisaAlcalde

 

Senadores que integran la comisión de Radio, Televisión y Cinematografía

//www.senado.gob.mx/comisiones/radio_tv_cine/integrantes.php

Alejandra Barrales @Ale_BarralesM

Itzel Ríos @SoyItzelRios

Javier Corral @Javier_Corral

Javier Lozano @JLozanoA

 

[i]Guía para el monitoreo ciudadano //www2.asa.gob.mx/ServletRepositorio?id=603

(imagen: //www.bylconsultora.com.ar)

 

Valery Rojas,

Politóloga y Blogger

@chanteler

 

El futuro está en que las empresas se vuelvan más responsables y las organizaciones más sostenibles

Alianza OSC y empresas

(imagen: www.alternativasycapacidades.org)

En un artículo anterior hicimos mencionamos que el cabildeo en México surgió como parte de una serie de actividades planeadas que pueden ser ejercidas por diversos grupos para influir en la esfera pública, y enfatizamos cómo se beneficia la ciudadanía de un cabildeo con responsabilidad social.

También definimos el cabildeo ciudadano como aquél que contempla el fomento de la transparencia en las relaciones entre instituciones tanto de gobierno como de las empresas, incluyendo a las OSCs como un aliado fundamental para el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas en beneficio de la ciudadanía, maximizando su impacto y minimizando las consecuencias negativas.

Para ligar estos conceptos es necesario tener una visión más comprensiva de lo que implica la RSE como proceso de mejora continua, y no reducirla a actividades esporádicas y aisladas, si no asumirla como un proceso de cambio, en el cual la empresa crea en forma simultánea valor económico y valor social (Michael Porter y Mark Kramer).

De acuerdo con el Centro Mexicano de Filantropía (Cemefi) El Distintivo ESR® es un elemento gráfico que acredita la relación de la empresa ante sus públicos de asumir voluntaria y públicamente el compromiso de implantación de una gestión socialmente responsable y de mejora continua, como parte de su cultura y estrategia de negocio.

Hoy en día volverse socialmente responsable es una ventaja competitiva para las organizaciones. El que no contemple la sostenibilidad y la RSE como base de su estrategia de negocios difícilmente podrá sobrevivir en el mercado, mucho menos florecer. Esto nos remite a la relación entre el segundo (empresas) y tercer sector (OSCs), y las posibilidades que existen para generar valor compartido más allá de la limitada relación entre donante-donataria. Las OSCs tienen mucho que aportar al sector empresarial y viceversa. En primera instancia, las OSCs pueden fungir como intermediarios, aliados y asesores en los procesos de incidencia sobre el marco legal que regula sus actividades; llegando a acuerdos y proporcionando información valiosa sobre las necesidades de las comunidades y grupos vulnerables a los que atienden. Ahí se forma un equilibrio entre los aspectos económicos y sociales en los cuales ambos grupos interactúan. De esta manera se beneficia al sector y por lo tanto, a los ciudadanos. En segunda instancia, las empresas entran en contacto con sus audiencias de una forma más orgánica, logrando así, una comunicación real y un conocimiento de las demandas de éstas, propiciando la obtención de retroalimentación y posicionamiento más favorable del entorno en el que interactúan.

Tanto las empresas como las organizaciones civiles pueden desarrollar un papel de aliados y consejeros para la construcción de un marco legal y una plataforma económica sostenible a largo plazo, y co-escribir las reglas del juego.

El cuarto sector

En los últimos tiempos se ha registrado la presencia emergente de un cuarto sector, que caracteriza la relación de equilibrio entre lo social y lo económico. Son empresas que nacen con objetivos financieros para llevar a cabo fines sociales.

Las tipificaciones actuales de las organizaciones “con fines de lucro” o “sin fines de lucro” como modelos institucionales, presentan limitantes ante el cambio social y económico que está generando la necesidad de construir plataformas sostenibles. Cada vez nacen más organizaciones, pero los recursos destinados a ellas siguen siendo los mismos, haciendo muy difícil su supervivencia. Las empresas se enfrentan también  a un ámbito que ha evolucionado en sus preocupaciones por el impacto social y ambiental de sus actividades. (Antonio Vives, p. 55) Es por eso que han surgido formas híbridas que buscan atender tanto a las necesidades económicas como sociales. Esta nueva forma permite un mecanismo de operación más flexible y promueve una economía solidaria. A éste sector híbrido en efervescencia se le llama cuarto sector. (Antonio Vives, p. 55)

El análisis de Antonio Vives Mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica. Volúmen III, ofrece estudios de caso y análisis sobre el estado y progreso de la responsabilidad social en Iberoamérica, que incluye a los consumidores como motores de participación.

Los ciudadanos como individuos también tenemos responsabilidades acerca del impacto social que generamos con nuestro consumo. Bajo nuestra perspectiva, para hacer cabildeo no sólo se requiere de instituciones, si no también de consumidores responsables y congruentes que consuman de empresas y organizaciones que lleven a cabo los valores que predican, que no contribuyan con la desigualdad o dañen al medio ambiente, y que traten a sus empleados bajo condiciones justas. Dar seguimiento al avance de la RSE en México hoy es fundamental para crear juntos una plataforma económica más equilibrada y justa.

 

Bibliografía

Antonio Vives: Mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica. Volúmen III. Edited by Cumpetere.

Consejo Internacional para Rehabilitación de Víctimas de Tortura (IRCT) (2007): Guía para el Cabildeo. El Proyecto del Financiamiento Sostenible.

Juan Felipe Cajiga Calderón: El concepto de Responsabilidad Social Empresarial. Cemefi. Available online at //www.cemefi.org/esr/images/stories/pdf/esr/concepto_esr.pdf.

Julia Romero Cabildeo Ciudadano (2014): El Cabildeo y la RSE. Psiquepol.

//www.cemefi.org/esr/images/stories/pdf/distintivo%20esr/convocatoria%20para%20obtener%20el%20distintivo%20esr%202014.pdf

 

Julia Romero

Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural

@Sashantia1

Pasar de la protesta a la propuesta

niña Jobs

En una entrada anterior titulada “La RSE y el Cabildeo” anotábamos que: “El cabildeo bajo cualquier definición, se describe como un conjunto de acciones que tienen como objetivo cambiar la política, llamar la atención sobre un tema o dirigir órganos decisorios hacia una solución”.

La mayoría de las veces asociamos estos conceptos a procesos que se generan al interior de las empresas o de las OSCs, pero los ciudadanos también podemos incidir en las políticas públicas a través de nuestras acciones cotidianas. Basta con estar conscientes de que el cabildeo es una herramienta para el proceso de cambio continuo hacia una sociedad más igualitaria, justa, democrática, respetuosa de la naturaleza y sostenible, que es a lo que todos y todas aspiramos llegar; además de que nos permite poner en práctica el ejercicio de pasar de la queja y la denuncia a las soluciones propositivas.

¿Recuerdan el caso de la estudiante Paloma Noyola de la escuela José Urbina López en Matamoros? Paloma es mejor conocida como “La niña Jobs” por haber obtenido el puntaje más alto de México en matemáticas en las pruebas ENLACE 2012-2013. En un entorno precario, donde el acceso a los servicios públicos es limitado, sin electricidad constante, acceso a internet restringido, en plena frontera con Estados Unidos y punto álgido en la guerra contra las drogas, el maestro Iván Juárez Correa empezó a replantearse el modelo tradicional de enseñanza, que, en palabras de Foucault, podría definirse como un lugar donde “se tiene el control a través de la vigilancia y el castigo”.

Entre el 2010 y 2011 comenzó su búsqueda hacia algo innovador, experimentando e implementando nuevas estrategias.“ Me di cuenta que había que hacer algo diferente porque para este tipo de planes y programas (los tradicionales) se necesita un niño que no hable, que no platique, que nada más esté sentado en su banco, como si fuera un soldado. Estaba consciente de que hacía falta un cambio, había que sacar a los niños de las aulas y llevarlos a su ambiente natural, que es jugar”, cuenta el maestro. Partiendo de un auto reconocimiento de las necesidades propias del contexto, encontró en modelos de educación como el finlandés y el japonés la inspiración para aplicar las asignaturas establecidas a las situaciones de la vida cotidiana.

Así logró que Paloma y otros nueve niños de su escuela obtuvieran altas calificaciones en la prueba ENLACE. Gracias a estos resultados consiguió llamar la atención de muchos mexicanos que desconocen estas realidades, y la atención de autoridades responsables que se han desentendido del tema educativo en regiones apartadas. Se concedieron becas completas de estudio y un subsidio para la compra de uniformes, útiles, pago mensual de alimentación y transporte.

La participación ciudadana es la que puede continuar la labor con el monitoreo de este tipo de iniciativas. Si nuestro objetivo es crear una sociedad donde los valores fundamentales sean el respeto a la vida en todas sus formas, una sociedad más equilibrada, con seres humanos sensibles a los problemas sociales y conscientes de su poder de decisión y acción para generar el cambio, podemos comenzar a hacerlo desde los hogares. 

Cabe resaltar otro ejemplo, el de Natalia López, la niña indígena de origen Náhuatl, que vive en el municipio de Escobedo en Monterrey y que dejó a más de uno con la boca abierta con el discurso que dio frente a la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León. Además de estar orgullosa de sus raíces, resalta la importancia del respeto por la multiculturalidad y cómo a pesar de ser discriminada en algunas ocasiones, gracias a la formación que ha tenido desde su hogar, tiene muy claro que lo que debe primar en la sociedad es el respeto a las diferencias, está segura de sí misma y de sus raíces y consciente de que la mezcla de culturas del país hacen de México un país único. Si cada uno de nosotros empezáramos a valorar las riquezas de esas raíces, a preocuparnos por los demás, a no prestar tanta atención a lo material, que como dice Natalia, “nos ha llevado a olvidar lo importante que es el amor y los valores desde la familia”, lograríamos un cambio real.

Precisamente este mes de los niños y las niñas, podríamos estar más atentos a cuáles son las necesidades de los más pequeños, no sólo de nuestros hijas e hijos, sino de todos los mexicanos que se están formando para un futuro mejor. Hagámonos responsables para que la realidad de la que tanto nos quejamos cambie. La niñez mexicana ya está generando un cambio y nos está demandando una sociedad sustentada en valores que respeten derechos fundamentales. Estamos hablando de las generaciones que nos gobernarán en el futuro. Es fundamental preparar el camino desde hoy.

Los invitamos a compartir historias como ésta, de las que seguramente hay muchísimas más. Éstas son las que nos dan fuerza para reconocer que el cambio sí es posible.

Más información:

//www.eluniversal.com.mx/estados/2013/paloma-noyola-steve-jobs-966917.html

//www.noticiasatiempo.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=8287:la-verdadera-historia-de-natalia-lizeth-la-nina-indigena-que-cautivo-a-mexico-en-las-redes-sociales

//www.cird.org.py/institucional/documentos/manual_incidencia.pdf

(imagen: www.laverdadnoticias.com)

Valery Rojas,

Politóloga y Blogger

@chanteler

¿Qué hacemos las mujeres de hoy para abrir brecha y consolidar nuestro papel?

Masculinización laboral

Revisando cifras, a propósito de la conmemoración del Día Mundial de la Salud el pasado 7 de Abril, descubrí que en México, según un estudio realizado en 2012, el 57% de los médicos son hombres y el 43% mujeres. Sin embargo, a la hora de indagar sobre las posiciones ocupadas por mujeres en “alta dirección” en México, vemos que sólo el 20% del talento femenino ocupa dichos cargos.

Y es que a pesar de los innegables avances en materia legal y de accesibilidad que hemos logrado las mujeres en los últimos tiempos, el machismo sigue siendo predominante en el campo laboral. Sin ir más lejos, esta semana se destapó el escándalo de la supuesta red de prostitución que el ex-líder del PRI Cuauhtémoc Gutiérrez dirigía (acá una gráfica de cómo opera esta red de prostitución).

Aunque las pruebas son innegables, aún no se han presentado las denuncias formales de las presuntas víctimas, y sin las declaraciones de las directamente afectadas se vuelve más complejo hacer efectiva la imputación de delitos. Así lo afirmó el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justica del Distrito Federal (TSJDF), Edgar Elías, quien advirtió que “Si llegara a descubrirse paralelamente la consignación de algún delito, sí puede llegar a consignar, pero se me hace a mi cuesta arriba que sin las declaraciones de ellas, se encuentren elementos”.

¿Qué estamos esperando las mujeres para darnos nuestro lugar nosotras mismas? Tal como lo dijo en su columna del lunes en El Universal de México, Lydia Cacho, periodista y activista en temas de derechos humanos: “La explotación y cosificación sexual de las mujeres para mantener su trabajo, o incluso para participar en un partido político, es un problema estructural; una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres, que han conducido a la dominación, la discriminación y la interposición de obstáculos para su pleno desarrollo” ¿Hasta cuándo vamos a ser cómplices en perpetuar este tipo de delitos?

Debemos actuar no sólo por respeto a nosotras mismas, sino también por todas aquellas que han logrado abrir paso en una sociedad tradicionalista y socialmente dominada por los hombres, por aquellas que han luchado para que hoy en día tengamos las garantías de las que gozamos.

Solo por citar un ejemplo, recordemos a Matilde Petra Montoya Lafragua, la primera mujer mexicana en graduarse como médica. Sus opositores decían que “debía ser perversa la mujer que quiere estudiar medicina, para ver cadáveres de hombres desnudos”, pero a pesar de los obstáculos, su amor por la medicina y la reivindicación de la mujer llegó a instancias tales como escribirle una carta al entonces Presidente de la República, general Porfírio Diaz, para que le fuera permitido presentar su examen profesional en 1887.

Remitámonos ahora al siglo XVIII en Inglaterra, cuando era imposible pensar en que una mujer pudiera realizar estudios de medicina y mucho menos ejercer como doctora o cirujana. En este contexto, Miranda Stuart, mejor conocida como el Dr. James Barry, ocultó toda su vida e identidad real haciéndose pasar por hombre para poder ejercer la medicina, ingresar a la armada británica y ser Inspector general de hospitales de la armada. En su carrera logró realizar la primera cesárea con éxito (en la que sobrevivieron tanto la madre como el hijo), y mejorar las condiciones sanitarias gracias a sus métodos pioneros en higiene y prevención.

Tres siglos después, las mujeres continuamos abandonando nuestra femineidad para tener “éxito” en nuestras carreras profesionales. María Pía Hurtado afirma que “culturalmente la sociedad ha sobrevalorado los atributos masculinos, haciendo que las mujeres crezcan dentro de paradigmas en que la masculinidad es signo de fortaleza, creyendo que al revestirnos de ella adquiriremos los mismos atributos de fuerza, competencia y agresividad, pretendiendo aún más que con estas herramientas no seremos vulnerables a un acoso o dejaremos de ser discriminadas por nuestro género”.  Somos nosotras mismas las que nos juzgamos y las que muchas veces nos sentimos culpables por los cólicos que mes a mes nos piden bajar un poco el ritmo de trabajo para consentirnos. Nos olvidamos que a pesar de ser profesionales y de tener un trabajo también somos madres, y que en algunas ocasiones nos veremos obligadas a hacer una pausa para atender a nuestros hijos. Que en la menopausia nuestros cuerpos sufren una transformación y los cambios de temperatura, los trastornos del sueño, entre otras cosas, son algo real que no podemos ni debemos dejar pasar; simplemente estamos diseñadas biológicamente de esta forma. ¿Cómo van a respetar los hombres una realidad que desconocen y nunca van a experimentar, si nosotras mismas no la reconocemos y defendemos?

Gracias a las pioneras ya hemos ganado un gran espacio, es tiempo de no recurrir a la masculinización para sobrevivir. Es tiempo de reconocernos a nosotras mismas y a nuestras formas biológicas como naturales y compartir estos cambios con nuestros compañeros para que recorran con nosotras este camino.

Enlaces de interés:

//www.elefectomariposa.cl

//www.mujerescientificas.org/

 

(Imagen: Katherine León //www.flickr.com/photos/katherineleoncita/)

 

Valery Rojas,

Politóloga y Blogger

@chanteler

 

Cabildeo ciudadano socialmente responsable

RSE

Las primeras prácticas de cabildeo en México se dieron durante el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988) para incidir en la agenda bilateral y mejorar la imagen de México ante la Presidencia y el Congreso E.U.A. Pero fue en 1997 cuando el cabildeo emergió con fuerza en el país debido a que ningún partido político obtuvo la mayoría en el Congreso de la Unión, provocando que los distintos sectores (empresarial, sociedad civil y gubernamental) se vieran forzados a negociar. Esto generó una gran oportunidad de participación a grupos que normalmente quedaban fuera de la toma de decisiones a través de los canales tradicionales de negociación. Así es como nació oficialmente la práctica del cabildeo o incidencia en políticas públicas como forma de negociación y conciliación entre distintos grupos sociales para ejercer presión y poner temas en la agenda pública.

Aunque actualmente el cabildeo es una práctica común ejercida por y entre distintos grupos y sectores, en México se hace una distinción entre el cabildeo y la incidencia en política pública, donde normalmente el cabildeo es referido como una actividad realizada por empresas, y la incidencia como una actividad realizada por grupos ciudadanos.

Cabildeo e Incidencia: ¿empresa o sociedad civil?

El cabildeo bajo cualquier definición, se describe como un conjunto de acciones que tienen como objetivo “cambiar la política, llamar la atención sobre un tema o dirigir órganos decisorios hacia una solución” (Consejo Internacional para Rehabilitación de Víctimas de Tortura (IRCT) 2007, p. 1) De acuerdo al Manual de Incidencia en Política Pública de la organización Alternativas y Capacidades A.C., la incidencia en política pública “consiste en actividades confrontativas y cooperativas que implican interactuar con el gobierno y otras instituciones públicas”. Éstas definiciones muestran cómo dos sectores, ya sean las organizaciones o las empresas, buscan ejercer presión y establecer relaciones de colaboración con el gobierno para incidir en las políticas públicas, pero ambas dejan fuera las relaciones que existen también entre las propias organizaciones y empresas, dejándolas exclusivamente en el campo de la filantropía o la inversión social. El Manual de Incidencia menciona, entre otras razones para incidir, maximizar el impacto del trabajo de las OSCs y grupos ciudadanos, construir ciudadanía y gobiernos responsables, y ayudar a transparentar a las instituciones públicas; tareas que no solo corresponden a las organizaciones, si no a la ciudadanía en general. Eso quiere decir que el cabildeo y la incidencia son herramientas de participación social. Ya que éstas son usadas también por las empresas, debe reconocerse la necesidad imperativa de un cabildeo con responsabilidad social.

¿Cómo se beneficiaría la ciudadanía de un cabildeo con RSE?

Menciono la labor de las OSCs en México, ya que para generar un ambiente de transparencia y legalidad en las actividades del cabildeo es fundamental contemplar y dar visibilidad a las distintas interacciones que existen entre el sector empresarial y la sociedad civil, sin reducirlo exclusivamente a la relación donante-donataria. Una relación saludable entre OSCs y sector empresarial contribuye a construir y transparentar las relaciones entre gobierno-empresas-ciudadanía, y fomenta la participación social, donde todos los sectores se asumen como co-partícipes del cambio.

“La responsabilidad social y sus actividades tienen que ser voluntarias e ir más allá de las obligaciones legales, pero en armonía con la ley. En conclusión, la responsabilidad social exige el respeto de los valores universalmente reconocidos y del marco legal existente.” Escribió Juan Felipe Cajiga Calderón en El Concepto de Responsabilidad Social publicado por el Centro Mexicano de la Filantropía. (Cemefi, p. 7)

Esta definición de Responsabilidad Social asume que las empresas forman parte de un ecosistema social y que todas sus acciones tendrán un impacto positivo o negativo. Por lo tanto, para ser una empresa socialmente responsable se requiere que la misión, directrices y acciones estén orientadas al bien común, contemplando el cuidado del medio ambiente, el respeto a los derechos humanos y laborales y su aporte al desarrollo local y regional, como pilares fundamentales de su razón de ser y de su actuar. Es por eso que la responsabilidad social es hoy en día un proceso y no un hecho tácito. Debe verse como un proceso continuo de mejora en el cual las empresas van adquiriendo grados de responsabilidad, y van asumiendo un rol activo en el conjunto de interacciones que existen entre ella y sus audiencias. (Juan Felipe Cajiga Calderón, p. 4)

Corresponde a las empresas ir más allá del marco legal existente y asumir que son ellas las que también contribuyen a que dicho marco legal sea armónico con los derechos humanos universales. En este sentido, cuando las empresas socialmente responsables se involucran en las políticas que impactan su quéhacer, contribuyen enormemente a formar un entorno legal mucho más apropiado para llevar a cabo los valores en los que están fundamentadas.

Bajo nuestra definición, un cabildeo ciudadano socialmente responsable, es aquél que contempla fomentar la transparencia en las relaciones entre instituciones, tanto de gobierno como de las empresas, incluyendo a las OSCs como un aliado fundamental para el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas en beneficio de la ciudadanía, maximizando su impacto y minimizando las consecuencias negativas.

Bibliografía:

Bayer Centro América y Caribe AG: Ejes de la Responsabilidad Social Empresarial. Available online at //www.bayer-ca.com/ejes-rse/.

Consejo Internacional para Rehabilitación de Víctimas de Tortura (IRCT) (2007): Guía para el Cabildeo. El Proyecto del Financiamiento Sostenible.

Expok News: Las 10 empresas más innovadoras dedicadas al bien social. Available online at //www.expoknews.com/las-10-empresas-mas-innovadoras-dedicadas-al-bien-social/.

Juan Felipe Cajiga Calderón: El concepto de Responsabilidad Social Empresarial. Cemefi. Available online at //www.cemefi.org/esr/images/stories/pdf/esr/concepto_esr.pdf.

Mónica Tapia, Beatriz Campillo Carrete, Susana Cruickshank Soria, Giovanna Morales Sotomayor (2010): Manual de Incidencia en Políticas Públicas. Available online at //www.alternativasycapacidades.org/manualincidencia.

Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) (2002): Manual básico para la incidencia política. Edited by Programa Centroamericano de Capacitación en Incidencia. 

//www.plataformademocratica.org/Publicacoes/17130_Cached.pdf

 

(imagen: de10.com.mx)

 

Julia Romero

Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural

@Sashantia1

“Si las mujeres hubiesen escrito libros, seguramente todo habría sido diferente” Cristina de Pizán (1364-1430)

Mujeres

En marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer que, a pesar de las diferentes posiciones que se pueden encontrar con referencia a esta celebración, es siempre un incentivo para retomar las discusiones acerca del papel actual de la mujer.

En México, una mujer destacada en el ámbito político ha sido Griselda Álvarez, poeta, cuentista, autora, maestra y política, quien murió un día como hoy hace 5 años. A lo largo de su vida publicó más de 17 libros, siendo una figura cultural y creativa aún en espacios que han sido encasillados en la historia como masculinos. Más que una feminista, una reivindicadora de la ciudadanía femenina. Además de madre, fue la primera mujer electa gobernadora en México, en el estado de Colima. Entre sus preocupaciones siempre estuvieron la educación pública, incluida la universidad del estado, la reforma a los códigos penal y civil para que los hijos de las reclusas no nacieran dentro de la cárcel, así como políticas públicas destinadas a brindar oportunidades para que las trabajadoras sexuales cambiaran de ocupación.

Al querer indagar más sobre el papel de las “mujeres mexicanas”, comencé una búsqueda en la red. Los primeros resultados, aunque no son sorprendentes, sí abren un espacio de reflexión. De los primeros 20 títulos que aparecen en Google, solamente 4 no tienen relación con categorías como la belleza, la fama o lo “sexy”. ¿Son éstas las únicas características con las que nos identificamos las mujeres latinoamericanas? Los otros 4 resultados estaban directamente relacionados con feminicidios y lucha por la igualdad, entre algunas estadísticas que evidencian el lamentable panorama en México en cuanto a violencia de género.

¿Dónde están esas mujeres que precedieron a Griselda? ¿Por qué en la categoría de “mujeres mexicanas” no sobresalen la talentosa Frida Kahlo, la revolucionaria Florinda Lazos León, la activista por el voto femenino Elvia Carillo Puerto, el pilar de la botánica Helia Bravo Hollis, la destacada astrónoma e investigadora Julieta Fierro, la primera médica cirujana de México Matilde Montoya, la deportista Rosario Iglesias, la directora de orquesta Alondra de la Parra, la defensora de derechos humanos Marta Lamas, la reconocida escritora Elena Poniatowska, e incluso, por qué no encontraba a Sor Juana Inés de la Cruz?

Es cierto que se ha avanzado en cuanto a la reivindicación de los derechos políticos de las mujeres en México impulsando la participación en la política, al punto que se han tenido seis gobernadoras, varias diputadas federales y senadoras; también las mujeres han logrado reformas legislativas que establecen una igualdad en los escaños del congreso federal y algunos estatales. En comparación con las cuotas de género de países de la región como Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay o Perú, donde ésta no pasa del 30% y en países como Chile donde ni siquiera existe, el panorama para México es esperanzador.

Pero estos avances no han sido suficientes. El trabajo que realiza El Observatorio Legislativo sobre el avance de la participación política de las mujeres en la Cámara de Diputados, que se renueva cada tres años, muestra que la presencia femenina crece solamente un 1.13% en cada elección. Además de otros fenómenos que surgen en estos contextos; por ejemplo, la manipulación de listas y escándalos, como el reconocido episodio del 2009 “Las Juanitas” donde 8 diputadas de diferentes partidos pidieron licencia desde la primera sesión de trabajo legislativo, cediendo su curul a los suplentes, todos hombres (entre ellos un hermano y un esposo.)

En cuanto a la violencia de género, entre los logros importantes cabe destacar la “Ley general de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia” (LGAMVLV)del 2007, que a partir del reconocimiento oficial de la violencia contra las mujeres como problema público, abre el espacio para una transformación institucional donde el Estado debe ser garante efectivo de los derechos de las mujeres. También ha sido importante que la constitución señale el destino de recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación para atender la violencia de género que sufre el país.

Sin embargo El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio sigue alertando sobre la “falta de voluntad política” para erradicar la violencia contra la mujer y calcula que “hay aproximadamente 2.299 casos de feminicidios en el país entre el 2012 y el 2013 pero solamente han sido registrados y están siendo investigados 572, es decir, solo el 24%, está siendo investigado como feminicidio y no sólo como homicidio en once entidades federativas”.

María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio afirmó que “Necesitamos investigaciones con visión de género y avanzar, pero la autoridad ni siquiera acepta que haya una alerta de género en ningún sitio y esto propicia que en México sigan aumentando los feminicidios”.

Opinión muy similar es la de María de la Paz López Barajas, consultora especial del Fondo de las Naciones Unidas, en el coloquio “El feminicidio en Ciudad Juárez.” Resaltó que “la impunidad y la violencia contra ese sector inicia con la invisibilidad del problema”, tal cual como está pasando en el contexto de la lucha contra el narcotráfico, la violencia extrema y la inseguridad generalizada, donde las cifras indican que en Chihuahua cada 20 horas es asesinada una mujer.

En otra ocasión, la consultora también hizo alusión a la incompatibilidad de la (LGAMVLV) con algunos códigos penales estatales, donde según su opinión predominan “figuras jurídicas del siglo antepasado”(…)“Por eso hablamos de una violencia estructural y que va mucho más allá de la esencia cultural, ya que tiene que ver con cómo se conforma el aparato de justicia, pues todavía encontramos delitos por razones de honor e incluso casos en los que se exceptúa éste cuando el perpetrador se casa con la víctima”.

Las mujeres en Latinoamérica aun tenemos mucho por reconocer, aceptar y reivindicar. En una sociedad que no educa sino reprime, es necesario llevar a cabo una comprensión activa de lo propio, eliminando el miedo, estereotipos y prejuicios ante los roles sociales, sin necesidad de que esto desemboque en un rechazo a lo masculino. Al hacernos conscientes de la situación podremos enfocarnos en los avances que ha habido hasta ahora y empezar a visibilizar los aportes de cada una frente a los retos de la actualidad. Exigir por parte de las instituciones una sensibilización frente a los temas para generar la voluntad política que hace falta. Mientras tanto existen instrumentos legales e instituciones supranacionales que apoyan a la transparencia, la lucha contra la impunidad y el monitoreo de las situaciones actuales. Las organizaciones civiles juegan un papel importante ya que desde allí se pueden construir narrativas más positivas para darle visibilidad a las historias de mujeres, resaltando nuestra contribución a la sociedad desde el arte, la política, la familia y demás esferas, que servirán para autodefinirnos y lograr una reinvención de los imaginarios colectivos.

 Sitios de interés:

//www.animalpolitico.com/2014/03/6-mujeres-son-asesinadas-al-dia-en-mexico-la-mitad-es-feminicidio/#ixzz2wyQn5iW4

//www.informador.com.mx/mexico/2011/270620/6/lucha-contra-el-narco-opaca-violencia-contra-mujeres-alertan.html

//www.dane.gov.co/revista_ib/html_r4/articulo6_r4.htm

//spanish.peopledaily.com.cn/31617/8466865.html

(imagen: //www.fte-energia.org)

Valery Rojas

Politóloga y Blogger

@Chanteler

 

Participar activamente en la construcción de la sociedad en la que queremos vivir.

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En estos tiempos de incertidumbre política, social y económica es natural que nos preguntemos si existen otras formas de organizarse para vivir una vida mejor. A lo largo del tiempo han existido muchos tipos de gobiernos, casi todos con un común denominador, una jerarquía de poder basada en el paternalismo, trayendo consecuencias en muchos países del mundo. Aunque a unas naciones les ha ido mejor que a otras, a largo plazo el paternalismo es un camino que solo puede llevar a una cosa: la dependencia.
 
Hoy más que nunca se demuestra que la democracia sin participación no existe. Y que la participación no se reduce simplemente al voto. Un país está continuamente en la construcción de la democracia, y para lograr su consolidación hay que salir del paternalismo. Eso nos lleva a dejar de ser dependientes y empezar a ser autogestivos, lo cual no implica anarquía sino simplemente tomar un rol activo en la construcción de la sociedad en la que queremos vivir, sabiendo que es un proceso constante y que para ello se requieren espacios y procedimientos claros y transparentes.
 
En este sentido, una buena noticia es que hay muchos proyectos y estructuras verdaderamente innovadoras que están surgiendo en México y que desafortunadamente son desconocidas. Me gustaría hablarles acerca de las fundaciones comunitarias, a partir de un gran ejemplo: Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC).
 
Las Fundaciones Comunitarias (FCs) son organizaciones que vinculan a los sectores público, privado y sociedad civil, es decir, empresas, gobiernos locales y federales, ciudadanos, y academia para resolver las problemáticas de la región. Son nuevas formas de organización que están generando un impacto positivo en el empoderamiento de la sociedad civil, de los ciudadanos.
 
México es el país de América Latina con mayor número de FCs. Una de las más grandes es la Fundación del Empresariado Chihuahuense que, en sus propias palabras, es “un vehículo que utilizan más de 31,000 empresarios chihuahuenses para hacer llegar su apoyo a la comunidad.” Esta organización nació del sector privado para reunir recursos de empresarios locales y canalizarlos en proyectos de ciudadanos y organizaciones de la región a través de convocatorias públicas. FECHAC se especializa como donante sobre todo en los temas de educación básica integral, salud preventiva y desarrollo de capital social. “Trabajando en colaboración a través de Fechac, empresarios, gobierno y sociedad civil, hemos impulsado más de 2,868 proyectos con una inversión superior a los 1,398 millones de pesos para impulsar el desarrollo humano y social de los chihuahuenses.” Como otras FCs, FECHAC fortalece a proyectos e iniciativas, pero no financia ningún proyecto al 100%. Esto representa cierto rompimiento con el esquema de paternalismo antes mencionado, pero sobre todo genera nuevas fuentes de financiamiento para los proyectos sociales y culturales de la región. Aunque no se puede pretender que una sola organización acabe con los problemas de una región, ni que nos saque del paternalismo (de nuevo, eso sería una forma de pensar paternalista), es un ejemplo de organización ciudadana que involucra a todos los sectores, y donde éstos no se excluyen sino que colaboran y obtienen beneficios a corto y largo plazo. Lo que quiero mostrar con este ejemplo es que la colaboración intersectorial da frutos y nos proveé de una visión a largo plazo, a partir de la cual podemos perfilarnos hacia una democracia participativa, más que a una democracia representativa.
 
Las FCs sirven como vinculo entre los distintos sectores de la sociedad y fortalecen los proyectos e iniciativas locales con el objetivo de generar un círculo virtuoso de participación social y económica. Finalmente el futuro tanto de las empresas como de las organizaciones está en estas sinergias, donde las empresas se tienen que volver más sociales e involucradas de manera real con su comunidad, y las organizaciones deben fortalecer su sustentabilidad y autogestión.
 
Para más información sobre Fundaciones Comunitarias en México y sobre FECHAC visita:
 
Julia Romero
Comunicóloga y Maestra en Educación Intercultural
@Sashantia1

(Imagen: www.estepais.com)

AutodefensasEn las últimas semanas mucho se ha analizado y dicho sobre la legalidad y legitimidad de las llamadas Autodefensas de Michoacán y si éstas son necesarias para la contención del crimen organizado o bien representan una amenaza para el Estado, sus instituciones y en general de la democracia.

No se puede ser tan lapidario en una y otra, sin embargo, me atrevo a afirmar que las autodefensas son la viva representación de una sociedad cansada de vivir bajo la amenaza de muerte constante y la extinción sistemática de sus derechos más elementales. Una sociedad que ha sido degradada a prácticamente una posición de esclava.
Tomar cualquier ejemplo o definición de democracia en Michoacán y otras partes de México es hoy por hoy un sinsentido. Si bien habrá más de uno que afirme que el levantamiento popular es antidemocrático porque lapida las instituciones, la realidad es que el levantamiento de grupos armados es el problema menos “antidemocrático” que enfrentamos buena parte de los que habitamos este país, pero como no pocas veces suele ocurrir, confundimos los efectos del problema con sus causas.
Para que exista la democracia es necesaria la existencia de una condición de ciudadanía que le de vida. Esta condición en el marco democrático se da a partir de relaciones de igualdad y exigencias mutuamente reconocidas entre el Estado y las personas. Esta condición ciudadana tienen un componente inalienablemente político y determina el grado democrático que media las relaciones sociales y no puede ser creada por decreto ya que es el resultado de largos procesos históricos y culturales, aunque lamentablemente sí puede extinguirse cuando la vida se encuentra bajo amenaza constante.
Para ser más claros: la democracia surge de los ciudadanos reconocidos entre sí mientras ejercen y reconocen sus derechos y obligaciones frente al Estado. En este sentido, las Autodefensas no son ciudadanas porque el componente político propio de ésta no puede convivir bajo el amparo de las armas y la violencia. Donde media la fuerza y la violencia no hay política, solo guerra.
Sin embargo no nos confundamos, esto no quiere decir que la democracia esté extinta a causa de las armas de los comunitarios. La democracia está ausente por las omisiones sistémicas que motivaron el levantamiento de éstos. Las acciones de las autodefensas representan hoy por hoy la única vía contra la aniquilación frente un Estado que no ha podido/querido dar solución efectiva al crimen e impunidad.
Ante esta situación, Michoacán sólo puede recobrar las condiciones políticas y de diálogo necesarios para la existencia de la democracia a partir de la acción coordinada de sus habitantes en condición de pueblo soberano. Hoy lo que tenemos en Michoacán es la lucha de sus habitantes exiliados de su llamado constitucional ciudadano para recobrar los derechos que les fueron arrebatos por los criminales e ignorados por el Estado. ¡Cuánto se parece la lucha de los comuneros a tantas históricas a favor de la libertad y la democracia! Aunque es pronto para dar un juicio de peso y la responsabilidad histórica es algo con lo que no muchos pueden lidiar.
Para ahondar en temas de democracia y participación ciudadana pueden revisar bit.ly/1coWLWH
Rodrigo Pérez
Politólogo
 (Foto: www.redpolitica.mx)